Defensora de derechos humanos y LGTBIQ+
Angelina Miranda era una destacada líder social trans en el municipio de Caucasia, ubicado en el Bajo Cauca Antioqueño, una región conocida por la confrontación entre grupos armados por el control territorial y la explotación de actividades económicas como la minería de oro y los cultivos de hoja de coca.Angelina era una reconocida líder en la región, centrando su actividad en la defensa y promoción de los derechos humanos, especialmente los derechos de la comunidad LGTBIQ+. A pesar de enfrentar diversos desafíos, incluida la necesidad de apoyar económicamente a su madre viuda, no abandonó su pasión por la cosmética y la estética, llegando a adelantar estudios en este campo. Después de participar en diferentes escenarios para fortalecer su liderazgo y proyectos de empoderamiento, algunos liderados por organizaciones no gubernamentales como USAID, Angelina abrió una peluquería junto con otros socios, que también servía como su hogar.
Trágicamente, el 15 de noviembre de 2017, a la edad de 25 años, fue asesinada. Dos hombres ingresaron a su casa y la asesinaron a tiros. A pesar de su activismo y defensa de los derechos humanos, Angelina nunca denunció o manifestó haber sido objeto de amenazas por parte de grupos armados. Su muerte conmocionó a la población LGTBIQ+ del municipio. Este asesinato y otros ataques directos a los derechos y la existencia de personas de la comunidad LGTBIQ+ tienen precedentes en el municipio, como los asesinatos de tres líderes de esta comunidad y un representante en la mesa municipal de víctimas en 2014, lo que llevó a algunos miembros de esta comunidad a abandonar el municipio.
El Bajo Cauca Antioqueño, además de ser un escenario de confrontación armada, enfrenta una grave situación socioeconómica. La subregión presenta indicadores sociales y económicos muy bajos en comparación con otras áreas del departamento de Antioquia, lo que refleja un marcado contraste entre su riqueza ambiental y niveles de pobreza extrema.Lamentablemente, tras el asesinato de Angelina en 2017, la violencia se incrementó en la región. Según la ONG INDEPAZ, en 2020 se perpetraron 11 masacres y 12 líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron asesinados, sumiendo a la población en un estado de constante conmoción y zozobra.
Es importante resaltar que Angelina fue asesinada en una región violenta, donde los líderes sociales siempre han sido blanco de grupos armados debido a su activismo, y, además, fue atacada por ser una mujer trans. El aumento de asesinatos de líderes sociales entre 2016 y 2017 tuvo un impacto desproporcionado y diferenciado en las lideresas mujeres. Por ejemplo, según la ONG INDEPAZ, el 21% de los casos en los que una lideresa mujer fue asesinada, esta había experimentado violencia previa, cifra que contrasta con el 4% en el caso de los hombres.
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